El proyecto atiende una de las crisis humanitarias más apremiantes de América Central. En 2018, unos 195 790 migrantes de los países del Triángulo del Norte de América Central se vieron obligados a regresar a sus países de origen, cifra que es un 38.5% mayor que la del año anterior. Dado que la nueva política del gobierno estadounidense sobre migración ilegal es más estricta, y puesto que concluyó el estatus de protección temporal para 195 000 salvadoreños, se prevé que esta cifra aumente en los años próximos. A esto hay que añadir el declive de las remesas procedentes de Estados Unidos, que son de importancia vital para muchas familias en El Salvador. Puesto que las oportunidades económicas en sus países de origen son escasas para quienes regresan, muchas personas corren el riesgo de incurrir en actividades delictivas o de intentar emigrar de nuevo.
El proyecto no solamente crea oportunidades para que los migrantes generen ingresos en sus países de origen: además contribuye al desarrollo económico de la región, dado que muchas de las personas que regresan han adquirido valiosas habilidades en el extranjero. Esas habilidades incrementan la competitividad de las empresas existentes y propician que los migrantes obtengan más ingresos o que establezcan sus propias empresas.
La Fase 1 del proyecto comenzó en 2018 con actividades en El Salvador. En 2018 y 2019 las primeras actividades se llevaron a cabo en Guatemala, y en los próximos años el proyecto se ejecutará también en Honduras.
Progreso del proyecto en 2018-2020
Este proyecto está financiado por Medicor y otros donantes. Forma parte del Programa de Desarrollo de Swisscontact que está cofinanciado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), Departamento Federal de Asuntos Exteriores DFAE.