Al garantizar que los materiales no se conviertan en residuos, se disminuye el impacto medioambiental y se promueve una economía sostenible y resiliente mediante la colaboración entre gobiernos, empresas, sociedad civil y consumidores. La cooperación entre ciudades «Ciudades Circulares» que se estableció entre Zúrich (Suiza), Santa Cruz (Bolivia) y Cali (Colombia) tiene como objetivo transformar la gestión de residuos, transitando de un servicio enfocado en la eliminación de desperdicios a una economía de recursos sostenible, al mismo tiempo que se protege el medio ambiente y se crean oportunidades de empleo.
«Ciudades Circulares» es una colaboración entre Zúrich, Santa Cruz de la Sierra y Santiago de Cali que busca mejorar la gestión de los residuos sólidos a través de los principios de la economía circular. Este enfoque se centra en la reducción de residuos, la reutilización de materiales y el reciclaje para crear un sistema de circuito cerrado que minimice el impacto medioambiental.
En Cali y en Santa Cruz, la iniciativa apoya la formalización de las asociaciones de recicladores, mejorando sus condiciones laborales y sus ingresos al facilitarles formación y acceso a los mercados. Los materiales reciclables recolectados por los recicladores se reintroducen en las cadenas de producción locales, reduciendo así la necesidad de materiales vírgenes. Además, las soluciones de compostaje transforman los residuos orgánicos en recursos valiosos.
Se llevan a cabo estrategias de comunicación para fomentar la separación de residuos desde su origen y educar a la población sobre el reciclaje. Ambas ciudades reciben asistencia técnica para desarrollar normativas inclusivas y reforzar los sistemas de reciclaje, lo que mejora significativamente la calidad de vida de los recicladores, que en su mayoría son mujeres.
Ciudades Circulares también está abordando el reto de la desconexión entre los actores involucrados, enfocándose en toda la cadena de valor. El proyecto hace hincapié en que las asociaciones de recolectores de residuos son parte vital de un ecosistema más amplio, con el objetivo de comprender cada rol dentro de la cadena y fomentar la colaboración para beneficio mutuo. El objetivo final es crear un escenario en el que todos ganen, dando prioridad al impacto en la comunidad y al crecimiento sostenible para todos.