El Corredor Seco de Honduras es una de las zonas más pobres y económicamente deprimidas. Un 65% de los hogares viven por debajo de la línea de pobreza, y un 48% viven en pobreza extrema. Padecen altas tasas de malnutrición y carecen de acceso a oportunidades de desarrollo socioeconómico y a servicios sostenibles y adecuados de salud pública y educación. La principal fuente de empleo temporal para los pobres de las zonas rurales es la agricultura comercial para la exportación, y la principal fuente de ingresos es el pequeño número de empleos temporales en las zonas rurales. La agricultura de subsistencia y las remesas familiares constituyen la mayor fuente de ingresos complementarios.
El proyecto forma parte de la Alianza para el Corredor Seco (ACS), el programa insignia del gobierno para apoyar intervenciones que favorecen a la población vulnerable en varios municipios contiguos, que ocupan una gran franja de tierra seca que abarca desde Costa Rica hasta Guatemala. El objetivo del proyecto es reducir de manera sostenible la pobreza y el hambre en el Corredor Seco de Honduras.
El foco estratégico se concentra en cuatro pilares estratégicos:
Enfoque principal de las actividades:
2019