Lucy cose para ser independiente

Lucy Amanikor creció en Kakuma. Siendo muy joven abandonó la escuela. Sus padres no podían pagar la colegiatura, y ella se puso a vender repostería en las calles de Kakuma. Un día se enteró del proyecto Skills for Life. Recibió capacitación profesional y tutoría, y al poco tiempo decidió ser costurera. Entre noviembre de 2016 y abril de 2017 completó su capacitación. Era optimista y confiaba en sí misma. “Sabía que si me esforzaba lo iba a lograr. Me encanta todo lo referente a sastrería. Me da un ingreso seguro y siempre tengo bastante trabajo. Hago ropa para hombres y mujeres, y también hago zurcidos”.

Lucy ha logrado ocupar un nicho específico en el mercado: “Soy la única que cose un tipo especial de túnica que necesita un grupo religioso de la ciudad”. Desde el principio de su formación, Lucy y sus compañeras de clase fundaron su propio grupo de ahorros. En mayo de 2018 los ahorros de Lucy habían aumentado al punto de que pudo comprarse una máquina de coser de 230 francos suizos.

“Yo trabajo al aire libre. Esa fue una decisión estratégica. Así puedo hablar con los clientes que no quieren caminar mucho dentro del mercado. Cuando el clima es malo, sigo trabajando en el pasillo de un edificio que está cerca”, cuenta Lucy. “Yo creo que mi personalidad expresiva, la calidad de mi trabajo y mi posición en el mercado atrae a más clientes. Trabajo duro para cumplir con lo que esperan mis clientes”, añade. Hoy en día Lucy tiene 25 años y cuatro hijos. Cuando hay poco trabajo, Lucy gana unos 50 francos suizos al mes. En un mes bueno en el que abundan los pedidos puede ganar incluso el doble de eso.

El negocio de Lucy sigue prosperando, incluso durante la pandemia. Ha recibido muchos pedidos de organismos internacionales para confeccionar mascarillas. “Le estoy vendiendo mascarillas a la comunidad y a las organizaciones. En un solo pedido logré ganar 975 francos suizos”.

Lucy planea instalar un puesto permanente en la parte delantera del mercado, y ya compró los materiales para eso. Cuando complete la construcción, invertirá en telas, comprará una máquina de coser eléctrica y contratará sus propias empleadas.

Cómo se hace una túnica

Lucy nos explica el proceso de confección de una de sus túnicas.

  • Paso 1: Tomarle medidas al cliente. La túnica tradicional se usa larga, a media distancia entre las rodillas y los tobillos.  
  • Paso 2: Elegir la tela. Por lo general la túnica se hace de colores diversos pero lisos, sin estampados.  
  • Paso 3: Marcar la tela y cortarla.  
  • Paso 4: Hacerle pinzas a la tela para darle forma. Se necesitan pinzas también para el botón o el zíper.  
  • Paso 5: Finalizar la confección de la prenda.
  • Paso 6: Preparar la túnica para el cliente. Se completan los detalles, se plancha la túnica y se le presenta al cliente.

Como parte del paquete, la túnica se entrega con un pañuelo para la cabeza que es del mismo color de la prenda. 

Pasteles y bollos para vivir mejor
Kamal huyó de Sudán debido a los disturbios políticos del 2016 y se fue a Kenia. Desde entonces, este hombre de 32 años ha estado viviendo en el campamento de refugiados de Kakuma. Se enteró del proyecto Skills for Life a través de una campaña de sensibilización, y se decidió por la repostería, pues quería tener una habilidad comercializable para cuando pueda regresar a su país. En el sur de Sudán no hay muchas panaderías ni mucha variedad para elegir. El pan de Sudán es de lo más común. Durante tres meses el proyecto Skills for Life impartió formación a Kamal y a otras doce personas del grupo de aprendizaje. Aprendieron a hornear una amplia variedad de productos, varios tipos de pasteles, bollos para el té, y mandazi, el pan congolés que se hace frito.