A pesar del crecimiento económico constante en los últimos 20 años, Uganda sigue siendo uno de los países más pobres del mundo. Actualmente, el 33% de la población vive con menos de US$1.90/día y sufre de alto desempleo, lo que afecta más severamente a los jóvenes. Dado que Uganda es una sociedad agrícola, se debe prestar apoyo al sector agrícola para que la población pueda salir de la pobreza.