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La construcción informal en el Perú es una práctica habitual. Según cifras estimadas por la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), el 80% de viviendas son construcciones informales y, de ese porcentaje, la mitad son altamente vulnerables ante un terremoto de alta intensidad. Estas construcciones son levantadas sin supervisión o asistencia técnica de un profesional, lo cual implica un alto riesgo para la seguridad de la vivienda y de las personas que habitan en ella.
Es en este contexto que el proyecto Construya Perú busca que más familias tengan una vivienda segura y sostenible, facilitando mecanismos para que conozcan la importancia de construir con planos, elegir materiales de calidad, respetar la estructura correcta de una vivienda y tener acceso a profesionales en el proceso de construcción de sus casas. Es así como se viene trabajando con diversos socios locales en la sensibilización de familias para que tomen mejores decisiones al momento de construir, ampliar y/o refaccionar sus viviendas.
Rosmery participó, junto a otros jefes de familia de Lima Norte y Lima Sur, de una de las jornadas de sensibilización en construcción segura, modalidad virtual via zoom, lo cual le permitió conocer un poco más acerca de los principios básicos para tener una vivienda segura y así tomar mejores decisiones al momento de construir.
Ella resalta, por ejemplo, la importancia de un estudio de suelos que permita conocer si el terreno es apto para construir, así como los materiales que se necesitan para sentar unas bases sólidas para la vivienda, más aún teniendo en cuenta que el Perú es considerado un país altamente sísmico.
Asimismo, Rosmery hace hincapié algunos de los puntos más importantes tocados en las sensibilizaciones a familias: planos de construcción y asesoría técnica profesional. Estas charlas han generado mayor conciencia sobre la importancia que su casa sea construida con planos, como una acción concreta para hacer su vivienda más segura.
“Se debe hacer con planos porque el arquitecto o el ingeniero te lo diseña adecuando los espacios precisos, no usa espacio de más. El primer piso siempre tiene que estar bien ventilado y bien iluminado.”
La vivienda de Rosmery, como muchas en el Perú, sigue la práctica de la construcción progresiva, es decir, ir construyendo la vivienda de acuerdo con la disponibilidad de recursos y según las necesidades de crecimiento de la familia. De esa forma, se suele comenzar con un primer piso, para luego extenderlo con una habitación o bodega (construcción horizontal) o con un segundo piso cuando los hijos desean independizarse (construcción vertical).
“Estoy construyendo con planos porque ya tengo conocimientos. Uno cuando ve en el camino, en el transcurso de la vida ve las cosas, cómo construye la gente empíricamente, pero como es tu dinero y no quieres que tu dinero sea malversado, que esté bien construido para que tenga unas buenas bases con proyección a futuro.”
Otro de los aspectos aprendidos durante las sensibilizaciones, fue el uso de materiales de construcción de calidad, reconociendo características de ladrillos, acero o cemento que puede haber sido adulterado o que no cuenta con las condiciones óptimas, así evitar adquirir materiales que ponen en riesgo la seguridad de sus familias.
“Sí es verdad porque después si no se construye con buenos ladrillos hay filtraciones. Siempre hay que usar buenos materiales, sabe por qué, porque siempre el primer piso tiene problemas de salitre, en todas las casas siempre hay problemas de salitre porque no hacen su estudio adecuado y no ven cómo mezclan los materiales.”
El proyecto Construya continúa promoviendo estas actividades de sensibilización a familias propietarias de viviendas, a través de municipios distritales y empresas de materiales de construcción, con el fin de institucionalizar esta iniciativa en nuestros socios y así hacerlo sostenible en el tiempo, abordando así la problemática de la autoconstrucción desde la demanda.
Así, se espera llegar a más familias como la de Rosmery. “Me pareció la charla bien importante, con un buen lenguaje, sencillo, también para que entendamos, no fue muy técnico, fue accesible para todos para que entendamos mejor. Deberían masificarse más bien, no solamente en esta parte sino a nivel de todo el Perú, porque somos una zona de riesgo.”
Este proyecto está financiado por Hilti Foundation. Este proyecto forma parte del Programa de Swisscontact para el Desarrollo, cofinanciado por la COSUDE (Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación en el marco del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores FDFA).