Las economías locales, comunitarias y familiares han sido afectadas por la pandemia del Covid-19 debido a una recesión económica que ha contribuido con el cierre de pequeñas y medianas empresas, generando el aumento del desempleo. Los negocios de cultivos, la agroindustria y los textiles elaborados a mano, son actividades clave para la subsistencia de gran parte de la población de la región de Alta Verapaz (Nor-oriente del país) y han sido los negocios más afectados por esta situación. Las mujeres son las personas más perjudicadas al tener muy poco acceso a empleo formal, créditos o formación profesional de calidad.
es una emprendedora rural que trabaja con un grupo de mujeres tejedoras denominado “Oxlajuj Ajpu”. El nombre viene de la cosmología Maya: Oxlajuj es el número 13 que significa cambio, transformación, evolución con la energía y movimiento del cosmos y el universo y Ajpu que representa al hombre y mujer guerreros.
Con la fuerza e ímpetu del nombre, Rosa y las mujeres tejedoras conformaron la asociación de productores agrícolas, pecuarios y textiles de las Verapaces que, entre otras cosas, elaboran diversos tejidos artesanales en telar de cintura. Una técnica ancestral realizada exclusivamente por mujeres, sus diseños se basan en la cultura e identidad de diferentes pueblos, que en el caso de Rosa es el Maya Q´eqchí.
“Soy una lideresa y emprendedora. Lidero un grupo de 85 mujeres tejedoras de distintas partes y a cada una ellas me han tocado contarles la historia que trae consigo el diseño de un tejido, contienen una historia ancestral, la cultura maya vivida por nuestros abuelos y abuelas; ese es mi trabajo.”
Las 85 mujeres que conforman Oxlajú Ajpu forman parte del programa de formación inicial de corta duración, que implementa Swisscontact en conjunto con el INTECAP en tejido, teñido natural y patronaje; un tipo de profesionalización que normalmente no está al alcance de las mujeres tejedoras.
Si bien las capacitaciones se vieron limitadas en la primera mitad del año 2020, hacia la segunda mitad, se incorporó un fuerte componente empresarial para que las pequeñas empresas sean más sostenibles en producción, ventas y estabilidad de ingresos; incluyendo asesoría técnica en gestión y administración, comercialización, identificación de clientes, cálculo de costos y educación financiera.
Swisscontact, a través del proyecto Empodera, viene trabajando desde hace dos años en la región de Alta Verapaz, enfocándose en fortalecer las capacidades técnicas de las mujeres, desarrollar sus competencias financieras y empresariales, preparándolas de esta manera para afrontar un escenario post crisis económica y social.
El tejido es una de las actividades económicas que las mujeres desarrollan desde la juventud. Lo aprenden desde que son niñas y representa una salida laboral posible frente al abandono escolar, la crianza de los hijos y la imposibilidad de acceder a otros tipos de formación técnica-profesional. Pero las oportunidades de crédito y formación en áreas específicas que aporten al crecimiento de sus negocios son limitados, por no decir nulos.
El enfoque sistémico por medio del cual trabaja Swisscontact identifica y prioriza las problemáticas que atraviesan las mujeres emprendedoras. Posteriormente, determina las demandas requeridas por el mercado, detectando la brecha existente entre las necesidades de las mujeres y las demandas del mercado. Para reducir esta brecha, el proyecto vincula servicios provenientes del sector público, así como del sector privado. De no existir disponibilidad de servicios provenientes de ambos sectores, Swisscontact facilita los servicios requeridos de forma temporal, hasta identificar en el ecosistema un actor que esté interesado en brindarlos de forma permanente. Por ejemplo, aquí entra el INTECAP brindando los servicios de formación inicial de corta duración y Swisscontact desarrolla las capacidades empresariales con el afán de impulsar y hacer sostenible el empleo y autoempleo para que las mujeres accedan a los mercados locales y nacionales.
“Swisscontact nos ha apoyado muchísimo con las capacitaciones sobre comercialización, identificar a los clientes, elaborar costos, presupuesto y otras capacitaciones, como lo es el empoderamiento de la mujer, todo para beneficio personal y de mi grupo de mujeres”. En este año 2021 Rosa Pacay representó a Oxlajú Ajpu como una de las 10 mujeres emprendedoras rurales a nivel nacional.
Apoyar a que las mujeres logren el empoderamiento económico en Alta Verapaz implica comprender que las circunstancias de cada una son diferentes y dependen del nivel de toma de decisiones en el hogar. En Guatemala gran parte del peso de las tareas de cuidado recae sobre las mujeres, muchas de ellas enfrentan violencia intrafamiliar intensificada por el confinamiento a raíz de la pandemia. Datos de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (Guatemala, 2018) arrojan que casi un 50% de las mujeres de entre 20 y 49 años contrajo matrimonio a una edad muy joven y el 43% de ellas fueron madres antes de los 20 años.
“Hoy nos sentimos muy orgullosas ya que las más jóvenes están aprendiendo a tejer en estos momentos. La nueva generación aprenderá de esta cultura ancestral Maya. Sabemos que Oxlajú Ajpu, trascenderá en el tiempo, gracias a Swisscontact que nos ha apoyado, sobre todo a las mujeres de nuestra región”.
El aumento de los ingresos gracias a la especialización y la diversificación en el diseño de textiles marca un cambio positivo hacia la inclusión y la igualdad; permitiendo la sostenibilidad de los negocios para enfrentar contextos de crisis de los mercados como la vivida en 2020, permitiendo entrar a nuevos mercados y sostenerse en un escenario de post pandemia. Rosa y la asociación Oxlajú Ajpu ahora implementan una estrategia para mejorar y mantener la técnica y el trabajo que conlleva el tejido de la región, generando empleo a mujeres jóvenes.
Con el auspicio de la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI) y la Embajada de Suecia en Guatemala, Swisscontact espera seguir trabajando con 1,000 emprendimientos nuevos en los próximos dos años.