La industria de la construcción no fue ajena a este panorama y se presentaron cambios profundos en la estructura de su mercado. La demanda es más exigente en términos de bioseguridad y salud de las viviendas, locales u oficinas, y la oferta ha venido adaptándose rápida y eficientemente ante estas necesidades. En ese panorama, la cadena de valor que se ha desarrollado alrededor de la construcción sostenible es la gran apuesta del sector constructor de cara al futuro.
En Colombia, el segmento de la construcción sostenible es apoyado por la Embajada Suiza En Colombia, Cooperación Económica y Desarrollo (SECO), y Swisscontact, a través del programa de Colombia + Competitiva. En Santander, se implementó un proyecto asociado a la construcción sostenible y la economía circular; en Quindío, un proyecto de construcción sostenible en Guadua; y en el Atlántico, un proyecto con enfoque en edificaciones saludables y, en alianza con CAMACOL, se están adelantando otras iniciativas dirigidas al desarrollo de proyectos de innovación en la construcción sostenible.
El Covid-19 como dinamizador de las transformaciones en el sector de la construcción
La ‘pausa económica’ impuesta por el Covid-19 aceleró las transformaciones que se venían gestando en la construcción en las que el cambio climático y la salud (física y mental) juegan un papel determinante en el mercado. Ahora, el espacio vital, la higiene, la bioseguridad, la salud y la calidad del aire son factores que están impulsando cambios en la forma en la que el sector de la construcción concibe la planeación y el desarrollo de los proyectos.
Según Paola Andrea Vargas, consultora de IDOM, empresa de ingeniería, arquitectura y consultoría, la crisis de la pandemia del Covid-19 creó nuevas necesidades en el sector de la construcción y nuevas exigencias por parte de la demanda. “Desde el punto de vista del diseño de espacios de viviendas y oficinas, se necesitarán espacios flexibles donde se puedan realizar múltiples actividades diarias, incluyendo el teletrabajo y espacios de dispersión para toda la familia. Las zonas comunes deberán pensarse en función del distanciamiento social, así como también los materiales de construcción deberán procurar cuidar de la salud de los trabajadores de la obra, pero también de los futuros habitantes y del medio ambiente”, añadió María Alejandra Berdugo, consultora IDOM.
María E González, representante de Horus Smart Control, empresa experta en diseño domótico, desarrollo, comercialización, importación, exportación de productos y servicios informáticos, eléctricos y electrónicos., afirmó que “esta es una oportunidad para que los clientes sean más conscientes de lo que buscan en una vivienda u oficina, y sobre el impacto positivo que tiene la construcción sostenible de esos espacios en su salud y bienestar”.
En la “nueva normalidad”, las exigencias de salud y bienestar llevarán a los empresarios a aplicar cada vez más criterios de sostenibilidad en todos los proyectos. En ese sentido, Ulises Fernández, consultor de IDOM, explica que “los espacios físicos construidos con criterios de sostenibilidad en todos los ciclos de vida contribuyen en la disminución de afecciones respiratorias; la provisión de calidad térmica reduce la presión arterial”.
Y añade que “la luz natural tiene impactos positivos en la salud mental y la productividad; los buenos entornos eólicos contribuyen a la dispersión de los virus y los gases nocivos, así como los materiales verdes de construcción han demostrado funciones ‘antibacterianas’”. De ahí que, en un contexto como el actual, las edificaciones saludables y la construcción sostenible se conviertan en el modelo que todo proyecto de construcción debe seguir.
Una cadena de valor en torno a la sostenibilidad del sector constructor
En Colombia se configuró una cadena de valor alrededor de la ‘construcción sostenible’. Se trata del proyecto de Construcción Sostenible con enfoque en Edificaciones Saludables en el departamento del Atlántico, liderado por la Cámara de Comercio de Barranquilla, un ejemplo en el que confluyen diferentes empresas y actores enfocados en la construcción sostenible y las edificaciones saludables.
Para fortalecer las capacidades de innovación en empresas de Construcción Sostenible con enfoque en Edificaciones Saludables, el proyecto se enfocó en articular a los actores productivos. Allí participaron empresas especializadas en la producción y comercialización de materiales de construcción saludables como Ultracem, Ledelab BIC SAS, I+D Sas; otras que reducen los riesgos de exposición de las personas a factores químicos, físicos y biológicos; Climatec Servicios, enfocada en la purificación del aire; así como las constructoras Conacsa y Constructora Bolívar, que ejecutan los proyectos de edificaciones saludables en el departamento del Atlántico, entre otras.
Gracias a los esfuerzos de Swisscontact como facilitador técnico, se adelantaron varias mesas de trabajo con todos los actores de la cadena, incluyendo representantes del gobierno y de los gremios y cámaras de comercio. En estas mesas, la red de clientes, proveedores, constructoras, arquitectos y comercializadores involucrados en el sector, encontraron alternativas para enfrentar las transformaciones futuras y superar las barreras que dejó la crisis. En ese sentido, este clúster ha demostrado su robustez y trabaja en su capacidad de adaptación.
Jesús Rodríguez, gerente de Proyectos e Innovación de Ultracem, resalta que “la crisis nos llevó a pensar en vender productos que contribuyan a que las edificaciones ofrezcan una mejor calidad de vida”. De hecho, para Claudia Sepúlveda, coordinadora general del programa Colombia más Competitiva, “el clúster de construcción sostenible es una muestra de que la articulación entre actores empresariales alrededor de la innovación puede dinamizar un sector productivo, y que la sostenibilidad será el rasgo distintivo del sector en el mediano plazo. Esperamos que este caso de éxito se replique en toda Colombia”.