Resiliencia: la fuerza impulsora de los productores de cacao en Colombia

Agricultura sostenible
22.09.2023
Los pequeños productores de cacao en la región de Antioquia son el sustento en sus comunidades. Dependen de la agricultura para sobrevivir, pero están cada vez más expuestos a los efectos del cambio climático. 

La biodiversidad de Colombia es una de las más asombrosas del planeta. Esos tesoros naturales no solamente son el motor del desarrollo económico del país, sino también, y por desdicha, son fuente de financiamiento para las guerrillas y los delincuentes.  

La feroz competencia por las tierras y los recursos naturales ha provocado conflictos sangrientos en Colombia. Durante casi 60 años, varios grupos armados han expoliado unos 8 millones de hectáreas de sus legítimos propietarios, sólo para vendérselas a bandas criminales, a grandes terratenientes y a corporaciones. El resultado es trágico: en el último medio siglo, más de siete millones de colombianos, en un país de 49 millones de habitantes, han sido desplazados por esta guerra.

Los pequeños productores de cacao en la región de Antioquia son el sustento en sus comunidades. Dependen de la agricultura para sobrevivir, pero están cada vez más expuestos a los efectos del cambio climático. Olas de calor, sequías, inundaciones y enfermedades ponen en riesgo no sólo sus cosechas, sino también sus medios de vida. Y en esto ellos ven un vínculo obvio con la crisis global del cambio climático.

La capacidad adaptativa de esos agricultores ante el cambio climático se ha vuelto un enorme desafío. Pese a que han sido desarraigados por el conflicto armado, no se dan por vencidos; reconstruyen sus vidas a partir de la nada, y desarrollan resiliencia y espíritu innovador.

Para esos productores de cacao, su trabajo significa mucho más que un medio de ganarse la vida. Se enorgullecen de ser ecológicamente responsables, de proteger a sus familias y el medioambiente.

La visión es clara: mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores y lograr un desarrollo sostenible para toda la región. El gobierno local, la sociedad civil y los actores de la economía trabajan codo a codo para establecer un uso sostenible del suelo. Ellos determinan conjuntamente cuáles zonas son adecuadas para la agricultura sostenible y cuáles deben servir como zonas protegidas. En esta planificación conjunta, las consideraciones económicas y ecológicas se funden en una cultura de cultivo sostenible.

La vinculación de esas regiones de producción sostenible con las cadenas globales de suministro resulta clave para crear cadenas de valor libres de deforestación. Las soluciones de trazabilidad digital garantizan una permanente verificación e intervención.

Para el desarrollo sostenible regional es necesario que las plantaciones de cacao sean más resilientes ante los devastadores efectos del cambio climático, que amenaza también los medios de subsistencia de los agricultores. Por eso resulta esencial adoptar los principios orgánicos y la agricultura regenerativa.

Las zonas de cultivo sostenible mejoran la calidad de vida de los agricultores. Reciben capacitación en métodos de cultivo sostenible y gestión agrícola, y además, el hecho de estar vinculados a las cadenas globales de suministro es un beneficio económico para ellos y ellas.

El proyecto Paisajes + Sostenibles se propone frenar la deforestación causada por la extracción de recursos, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, proteger la biodiversidad y movilizar las inversiones sostenibles a fin de mejorar las condiciones de vida de las familias productoras.

Doris Morales, Griselda Gómez Giraldo y Francisco García perdieron sus tierras hace años por causa de los grupos violentos, y tuvieron que rehacer su vida lejos de su hogar. Ahora están de regreso y se sienten orgullosos de tener un modo de vida sostenible que protege no solamente a sus familias, sino también al medioambiente.

Aunque al comienzo sus fincas orgánicas son económicamente menos viables que con la agricultura convencional, están convencidos de que a largo plazo serán recompensados por la diversidad de sus fuentes de ingreso y por la preservación de la biodiversidad.

Doris Morales

Doris Morales, productora de cacao en la Subregión de Urabá, municipio Apartado, vereda el Osito, explica:

“El cambio climático sin duda ha impactado en nuestros medios de vida. Al paso de los años hemos sido testigos de una importante disminución en el rendimiento de los cultivos por causa de los efectos adversos del cambio climático. Para responder a eso nos embarcamos en un proceso de transformación y adoptamos prácticas de agricultura orgánica." 

"Nuestro enfoque se centra en la nutrición del suelo, en reconocer que si cuidamos nuestra tierra no sólo mejoramos la productividad, sino que además protegemos el medioambiente. Este compromiso va más allá de nuestra finca, y llega al corazón de nuestra comunidad.

El vínculo que tenemos con esta tierra sobrepasa los límites de nuestra finca. Somos parte integral de un gran paisaje, que abarca no sólo nuestros alrededores inmediatos, sino también el bienestar de nuestra ciudad y más todavía. Es crucial tener en mente que nuestra responsabilidad no termina en la puerta de nuestra casa, sino que debemos considerar también el impacto que tienen nuestros actos en la vida de los demás."

»A las personas en Suiza que disfrutan el cacao que producimos, queremos que sepan que los agricultores aquí en Colombia, en especial en Apartadó, en la finca Buenos Aires, están haciendo su parte con dedicación inquebrantable. Trabajamos con pasión, aplicamos las mejores prácticas disponibles, y siempre tenemos presente que estamos produciendo un producto saludable que les va a nutrir. Nuestra meta es seguir abogando por esos principios, cuidar nuestros suelos, proteger nuestro medioambiente y producir alimentos genuinamente saludables para todos.«

"En esencia, nuestra misión abarca mucho más que la sola agricultura; se trata de cultivar un futuro sostenible para todos, donde el bienestar de nuestra tierra y la calidad de los productos que ofrecemos sean reflejo de nuestro compromiso en favor de un planeta más sano.

Yo me afilié a una asociación agrícola local para hacer la transición al cultivo del cacao orgánico, y está demostrado que fue una decisión muy buena. Los métodos orgánicos no sólo mejoraron la calidad del suelo y la productividad del cacao, sino que también coinciden con nuestro compromiso de que nuestras prácticas agrícolas se mantengan limpias y ecológicas. Colaboramos con investigadores y expertos para que nuestro suelo se conserve aún más sano, incluso experimentamos con lombrices de tierra e implementamos actividades de cultivo, como son la limpieza y el control fitosanitario.

En la actualidad tenemos unos 1700 árboles de cacao en 2.5 hectáreas, y la tierra restante la dedicamos a cultivar banano y a una reserva de agua arbolada. Esta diversificación nos garantiza un ingreso estable todo el año. Nuestra certificación orgánica nos ha abierto las puertas a mejores mercados y a mayores ingresos, y eso coincide con nuestra filosofía de producir alimentos saludables y libres de insumos químicos, y al mismo tiempo cuidamos el medioambiente. 

Es cierto que la transición a la agricultura orgánica tuvo sus dificultades, entre ellas la disciplina y las consideraciones de costos, pero nos hemos adaptado muy bien y ahora operamos casi por completo con la agricultura orgánica. Alentamos a otras personas a seguir el ejemplo y a adoptar prácticas sostenibles para proteger nuestra salud y el medioambiente.

En las juntas de acción comunitaria y entre los compañeros agricultores ha ido creciendo la consciencia de los beneficios de la agricultura orgánica, y como líder comunitaria yo promuevo activamente ese enfoque. Nuestra meta es que más agricultores adopten las prácticas orgánicas y prioricen la producción de alimentos saludables, y que protejan nuestro medioambiente”.

Es crucial continuar esos esfuerzos y ampliar las medidas de conservación a todos los aspectos de la agricultura, porque descuidar el medioambiente perjudica a toda nuestra comunidad y al ecosistema. Tenemos que andar con tiento y adoptar los métodos orgánicos por el bienestar de todos.”

Mario Cardona

Mario Cardona, Líder de campo en producción agrícola de Equiori, explica:

"De cara al futuro, yo confío en el potencial de la producción orgánica y sus beneficios, y veo el futuro de la producción de cacao como una oportunidad para mejorar económicamente y para la resiliencia climática. Los productores tienen que adaptarse a los patrones del cambio climático, lo cual es un problema importante. Nuestro proyecto también se enfoca en la seguridad alimentaria y en el apoyo socioeconómico para los productores."

“Yo entré en este campo por influencia de un vecino y por el deseo de ayudar a los pequeños productores. Mi formación no es en agricultura; mis padres no son campesinos. Yo comencé mi carrera en el banano y después hice la transición al cacao. 

He estado participando en la producción orgánica desde el 2019, gracias a un proyecto de FRUANDES y Bancolombia. Al principio trabajé como técnico de apoyo en el terreno, y luego como jefe de campo, supervisando a un equipo de técnicos para la certificación ecológica.

Nuestra meta era certificar a 150 productores, pero sólo pudimos certificar a 87, por varios problemas, como poca productividad, falta de mano de obra y porque los insumos permitidos no estaban disponibles. Por causa de eso algunos productores se pasaron a los métodos convencionales.

Nos hemos enfocado en el mercado nacional, todavía no nos hemos aventurado en los mercados internacionales por problemas de calidad durante el proceso de transformación del cacao en productos de chocolate.

La transición a la agricultura orgánica ha sido más fácil para quienes ya tenían prácticas sostenibles, pero ha sido difícil para los productores convencionales que dependen mucho de los insumos químicos.

La iniciativa de gestionar fondos la asumo como una inversión en mi cultivo. Este modelo puede servir de piloto para otros grupos, porque no es algo que se vea todos los días. Estamos elaborando estrategias para garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la productividad, y queremos cambiar la percepción de que la agricultura orgánica es improductiva. Hemos visto cambios positivos en las prácticas de los productores y en su sensibilización.

Estamos explorando formas de colaborar con otros sectores agrícolas, como la producción de palma, banano y piña. Si compartimos recursos y prácticas sostenibles todos salimos beneficiados y se aumenta la rentabilidad. La participación del sector privado es crucial para hacer esos cambios. La percepción de la producción de palma, por ejemplo, puede cambiar cuando la gente vea los efectos positivos en el paisaje y en la economía regional."

»En resumen, mi trayecto en la agricultura orgánica empezó con el deseo de ayudar a los pequeños productores, y yo creo que hay potencial para hacer cambios positivos en ese campo. La colaboración y los ejemplos claros pueden llevarnos a un futuro mejor.«

El Proyecto Paisajes de Abastecimiento Sostenible, que Swisscontact lleva a cabo junto con la Fundación Pakka y la empresa exportadora colombiana Colcocoa por encargo de la Secretaría de Estado de Economía de Suiza (SECO), tiene como objetivo garantizar una mayor resiliencia climática en la región y entre las explotaciones agrícolas. Este proyecto está cofinanciado por la SECO a través del Programa SWISSCO Paisaje.

Colombia
Agricultura sostenible
Paisajes + Sostenibles
El proyecto tiene como objetivo mejorar los medios de vida y el bienestar de las familias rurales de las zonas seleccionadas mediante la creación de paisajes de abastecimiento sostenibles con cadenas de suministro libres de deforestación y respetuosas con el clima para las generaciones presentes y futuras.