El recién lanzado proyecto Paisajes Amazónicos Sostenibles (PAS) busca fortalecer los esfuerzos locales que integran la producción con la conservación. Durante el conversatorio que acompañó el evento de lanzamiento, se destacó la importancia de profundizar en la gobernanza territorial y promover prácticas productivas sostenibles, junto con el acceso a mercados diferenciados, como estrategias clave para lograr una conservación efectiva y duradera del paisaje amazónico.
En el conversatorio “Amazonia de La Paz: Acción local para la conservación sostenible”, líderes comunitarios hablaron de la urgencia de actuar. Beltrán Marquez, alcalde de Alto Beni, advirtió sobre amenazas como la agricultura no planificada, los incendios forestales y la deforestación. Destacó la importancia de crear áreas municipales protegidas y fomentar la educación ambiental basada en el conocimiento local.
Berman Arancibia, alcalde de Palos Blancos, recordó que su municipio está compuesto por comunidades indígenas ancestrales y poblaciones interculturales. Hizo un llamado a una gestión territorial coordinada, justa y sostenible, respetando esta diversidad.
Pedro Marcos, del proyecto Mercados Inclusivos de Swisscontact, fue claro: “No podemos conservar si no aseguramos los medios de vida”. La conservación no se trata solo de la naturaleza, sino de las personas. Se trata de generar condiciones para que las comunidades no tengan que elegir entre proteger el bosque o alimentar a sus familias.
Por eso, el proyecto apuesta por economías locales sólidas. La certificación orgánica, la compra pública y el acceso a mercados especializados son herramientas que hacen que la producción sostenible sea no solo posible, sino preferible.
Extracto de las conclusiones principales del conversatorio:
El rol de Swisscontact es apoyar a los actores locales, no reemplazarlos. El proyecto PAS se basa en iniciativas ya existentes, fortalece alianzas y conecta a pequeños productores con consumidores que se preocupan por la historia detrás de lo que compran. Apoya a agricultores en el cultivo de productos de alto valor como el cacao, el café y el banano de forma amigable con el bosque.
Desde la universidad hasta los municipios, se dejó un mensaje: la Amazonía boliviana ya cuenta con el conocimiento, las herramientas y la voluntad para liderar con el ejemplo. Pero para lograrlo, los esfuerzos deben estar coordinados, ser reconocidos y escalarse.
La Amazonía no es solo una selva lejana. Es parte del clima global, de la biodiversidad del planeta y de nuestro futuro compartido. Y las decisiones que tomamos, especialmente sobre lo que compramos y a quién apoyamos, sí importan.