Datos de la cadena de valor de cacao, por ejemplo, indican que las mujeres representan el 47,2 % de la población que habita las zonas rurales; sin embargo, su participación en el mercado laboral es casi de un 30 % menos que los hombres. Algunas razones que detonan la situación de la mujer en el campo tienen que ver con el bajo acceso a empleos remunerados y activos productivos y su alta participación en las tareas asociadas al ámbito reproductivo y cuidado del hogar.
El panorama anterior, motiva a la reflexión sobre las brechas de genero relacionadas con la desigualdad de oportunidades que afectan de manera negativa especialmente a las mujeres, con mayor acento en los contextos rurales, en donde están las familias productoras de los proyectos del programa Colombia + Competitiva.
Del mismo modo, este panorama nos invita a reconocer la interseccionalidad y nos permite tener en cuenta que existen desigualdades cruzadas u otros factores, como son: la edad, la etnia, la orientación sexual e identidad de género, discapacidad, filiación religiosa, entre otras, que intensifican las brechas existentes.
El Programa Colombia + Competitiva promueve la igualdad de género basada en el enfoque de INTERSECCIONALIDAD. El género es nuestro punto de entrada para examinar los problemas de inclusión social, pero a partir de ahí, nos preguntamos cómo el género se cruza con otras dimensiones de la identidad social y cultural, como la etnia, la religión, la edad, el origen geográfico, etc.
En los 15 proyectos de cadenas de valor sostenibles del programa Colombia + Competitiva, existe una importante participación femenina. El 32% de los beneficiarios totales correspondiente a 1090 mujeres que trabajan activamente en el desarrollo de las cuatro cadenas de valor.
Desde el mecanismo de cadenas de valor sostenibles, se impulsan acciones que propendan por un mayor bienestar social, desde el cambio de mentalidad para ejercer mayores liderazgos y participación de mujeres, el fomento del empoderamiento económico de mujeres y hombres equitativamente, con el incremento de la productividad y los ingresos de las mujeres en un 35%, hasta la mejora en la incidencia en la configuración de políticas tanto organizativas como corporativas e institucionales que consoliden procesos de cambio de manera permanente y afirmativa.
Estamos comprometidos desde el Programa, con los enfoques metodológicos para abordar la equidad de género de Swisscontact y de la mano de nuestros aliados ejecutores, a contribuir en el cierre de brechas, hacia resultados e impactos, graduales y progresivos, que sensibilicen y visibilicen desde la base de las comunidades productoras, mecanismos para empoderar social y económicamente a las poblaciones beneficiarias en general.