Bajo el lema “Avanza Apicultor” se desarrolló durante tres años (2016-2019) el proyecto regional Fomento de la Competitividad para una Apicultura Sostenible (FOCAPIS) en Nicaragua y El Salvador, que fue ejecutado por Swisscontact y cofinanciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN); ahora laboratorio de innovación del Grupo BID (BID Lab).
FOCAPIS, que también contó con el apoyo de varios socios y actores estratégicos provenientes del sector público y privado, demostró que es posible profesionalizar al sector apícola. En ambos países la intervención tuvo cobertura nacional y atendió a todos los eslabones de la cadena de valor, desde la producción primaria, hasta la exportación. Asimismo, fortaleció a proveedores locales de equipos y herramientas, formando a expertos, técnicos locales y apicultores de base, facilitando el financiamiento y articulando al sector público y privado a través de espacios de diálogo en base a una agenda de trabajo en común.
La miel es un rubro de agroexportación con potencial de conexión con mercados de alto valor que contribuye a la generación de ingresos para productores agropecuarios de pequeña y mediana escala. Desde sus comienzos, FOCAPIS centró sus esfuerzos en incrementar la productividad, fomentar la gestión de la calidad e inocuidad de la miel y fortalecer el área organizacional y empresarial mediante un enfoque sistémico. La sostenibilidad del modelo de intervención estuvo determinada por el enfoque de cadena orientado al mercado, en el sentido de la articulación entre los actores de la cadena (proveedores, productores y comercializadores) y el fomento de los espacios de concertación público-privado.
El objetivo fue crear propuestas e implementar acciones para lograr el crecimiento y la sostenibilidad del sector. La ventaja competitiva de Swisscontact consiste en el enfoque sistémico que aplica a los proyectos, y en su profundo entendimiento no sólo del entorno económico y el contexto local, sino también de las necesidades, capacidades y características de comportamiento de los grupos meta. Cuenta además con una red institucional de apoyo a nivel nacional, regional y local, basada en una sólida experiencia.
El evento de finalización de la etapa 2016-2019 de FOCAPIS se llevó a cabo el 4 de julio en el hotel Crowne Plaza, en San Salvador. Contó con la presencia de representantes de los sectores público y privado, instituciones, organizaciones apícolas, medios de comunicación y personas de la sociedad civil. Dieron palabras de agradecimiento Carmiña Moreno, representante del BID en El Salvador, Saúl Díaz, director De País de Swisscontact El Salvador, Enrique Cabrera, jefe de la Unidad Ambiental Sectorial MAG y Ana Lilian Pérez, presidenta de cooperativa de Apicultores, ACOPAKA.
Una de las actividades clave del evento fue un panel fórum que resumió las experiencias de éxito de FOCAPIS con participación de Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP), la Asociación Productores Nacionales de la Miel PRONAMIEL y dos apicultores de El Salvador y Nicaragua, en el cual se enfatizó la importancia de continuar profesionalizando el sector.
En segunda instancia, David Yaulema, consultor y productor apícola y apiterapeuta ecuatoriano, se refirió a la importancia de la diversificación. También habló sobre el uso mantenido y controlado de productos biológicos de la colmena para prevenir deficiencias del organismo y mantener la salud. Por su parte, Felipe Rivas, especialista en turismo de El Salvador, expuso sobre el acceso a mercados diferenciados y el apiturismo, una nueva forma de conocer y preservar a las abejas.
El último panel estuvo liderado por Pedro Vargas, coordinador del proyecto FOCAPIS en Nicaragua quien introdujo el tema de la certificación orgánica en base a las experiencias de la empresa Mieles Joya de Cerén, la certificadora IMOCERT y la cooperativa UCASA. El evento contó con stands en donde las y los apicultores presentaron productos derivados de la colmena, así como trajes para apicultores confeccionados en base a normas internacionales que proveedores de equipo especializado comercializan; un nicho de mercado que nació de la intervención del proyecto.
También se realizó una iniciativa pionera de cata de miel en la que participantes testaron diferentes productos de varias zonas de El Salvador y se entregaron reconocimientos a las organizaciones asociadas en agradecimiento a su colaboración durante el desarrollo del proyecto.