El Centro Internacional de Formación de la OIT llega a Nicaragua

24.07.2019
Los centros de formación profesional deben articularse entre sí y crear alianzas con empresas privadas que colaboren y se involucren en la gestión educativa de los jóvenes, de esta forma es posible lograr la transformación del sistema de aprendizaje para que sea adecuado al contexto del país. Esta fue una de las conclusiones del taller de Gestión de Centros de Formación Técnico-Profesional, realizado por primera vez en Managua por especialistas del Centro Internacional de Formación de la OIT.

El momento que está viviendo Nicaragua marca una oportunidad para realizar cambios en el sistema de educación básica, apuntando a la innovación, la especificidad y la empleabilidad. Pero estas acciones deben apoyarse en una correcta articulación entre los centros de formación y el mercado de trabajo. Y es que lograr que los jóvenes accedan a competencias para la empleabilidad o el emprendimiento requiere que los centros comprendan que trabajar en alianza con el sector privado permite adecuar la formación profesional a las demandas del mercado. Este fue uno de los temas que trataron los centros de formación técnico profesional y las empresas privadas en el taller de “Gestión de Centros de Formación Técnico-Profesional” en Managua, Nicaragua. Dicho taller, fue realizado por primera vez en el país por especialistas del Centro Internacional de Formación de la Organización Internacional del Trabajo (ITCILO, Turín) en el marco de las acciones de gestión de conocimiento que realiza el Programa Desarrollo de Competencias para la Empleabilidad, auspiciado por la Cooperación Suiza en América Central (COSUDE).

El objetivo del taller fue crear espacios de discusión e intercambio de experiencias y trabajo para la formulación de planes de desarrollo que apunten a la sostenibilidad y movilización de fondos para los centros de formación técnico -profesional. En este sentido, es clave analizar el entorno; algo que permite identificar soluciones para la transformación curricular que va desde la oferta académica, la innovación tecnológica con el uso de plataformas educativas, hasta la inserción laboral e inversión en recursos humanos. La meta principal de los centros debe ser buscar armonía entre la institución y el mundo del trabajo en un contexto globalizado y de cambio tecnológico acelerado.

Stefano Merante, uno de los consultores del ITCILO indica que la tendencia en Latinoamérica y el Caribe (LAC) apunta a desarrollar más la anticipación de competencias, ver qué necesita el mercado laboral. También es fundamental contar con un marco de cualificaciones definido. "El desafío es encontrar la manera en que empresas y centros de formación puedan formar juntos en base a sistemas de aprendizaje en donde el sector privado sienta su responsabilidad en la formación de jóvenes. Ahí está basado el éxito de muchos países, donde los empleadores han tomado el compromiso hacia la formación continua de los jóvenes", apuntó el especialista.

La urgencia de establecer soluciones para la evolución formativa está en proyectar un enfoque sistémico de educación dual. Como producto final del taller, que duró una semana, los participantes tuvieron la oportunidad de construir día a día un plan de desarrollo estratégico para el fortalecimiento de los centros de formación.

A este respecto, Erika Tinoco, oficial de la COSUDE, remarcó la importancia de la realización de planes estratégicos para identificar cómo los centros de formación se ven en el ecosistema y cómo pueden gestionar su sostenibilidad, así como brindar una capacitación más pertinente y de calidad. “Para la cooperación suiza es importante visibilizar este impacto y que repercuta en los jóvenes que deseen estudiar una carrera técnica u optar por un curso de formación profesional; que se sientan que con lo que están aprendiendo pueden tener más probabilidades de ser empleados o de formar su propio emprendimiento”, aseguró y remarcó la importancia de crear sinergias entre los centros, generar alianzas y trabajar con todos los actores para fortalecer el subsistema de formación técnico-profesional.

Según el consultor de la OIT, Dionisio Parise, hay varios desafíos que la formación técnica profesional en América Latina debe afrontar. Por un lado, la deserción escolar y la empleabilidad que marca la importancia de la articulación entre los centros de formación y el sector privado. La segunda es la incorporación de la innovación en el aula y la tercera es el emprendimiento y cómo desarrollar en los alumnos la capacidad de generar su propia renta por medio de un negocio, en base a una sinergia con la innovación. "Los buenos empresarios son conscientes de la importancia de la formación profesional, pero los cuerpos de docentes de los centros de formación deben ofrecer soluciones tecnológicas a las empresas" aseguró el especialista.

"Debemos entender las necesidades de las empresas", asegura Parise. “Con las industrias 4.0 e inteligencia artificial, una de las grandes capacidades con las que nos tenemos que desenvolver es la adaptabilidad. Si tenemos la capacidad de desarrollar creatividad, resiliencia y alto conocimiento, estaremos preparados para enfrentar los cambios porque la resistencia a los cambios es lo que nos impide avanzar. Pensamos que la innovación nunca va a llegar a América Latina, pero a la velocidad con que las cosas están pasando en el mundo; tenemos que estar alertas y preparados para adaptarnos”, culminó el consultor.

El curso de capacitación en “Gestión de Centros de Formación Técnico -Profesional en América Central” fue organizado del 08 al 12 de julio con la participación de 30 representantes de empresas privadas agremiadas a las cámaras de construcción y turismo, así como directivos y personal administrativos de centros.