En un mundo interconectado, la migración se ha vuelto un fenómeno global inevitable, y América Latina enfrenta este reto de manera compleja, impulsada por crisis políticas, violencia, desastres naturales y pobreza, junto con la búsqueda de mejores oportunidades. Países como Venezuela, Honduras, El Salvador o Nicaragua han visto un aumento significativo en el desplazamiento de personas, creando enormes desafíos para gobiernos y organizaciones humanitarias.
Uno de los principales problemas en la gestión migratoria en América Latina es la limitada coordinación entre los actores involucrados, lo que provoca respuestas fragmentadas y duplicación de esfuerzos.
En este sentido, la gestión del conocimiento se presenta como una solución para superar estas deficiencias, ya que facilita el intercambio de experiencias y la creación de políticas más efectivas y sostenibles.
Así es como, dando respuesta a esta necesidad, Swisscontact está a cargo de aportar a una correcta gestión del conocimiento en el Programa Regional de Protección y Migración, financiado por la Cooperación Suiza en Colombia, Perú y Ecuador. y aquí desempeña un papel crucial al fortalecer la capacidad de las respuestas humanitarias, enfocándose especialmente en las personas más vulnerables, como la población LGTBI, niños, niñas y adolescentes (NNA), y víctimas de violencia basada en género (VBG).
Es el proceso de capturar, distribuir y utilizar de manera eficiente el conocimiento acumulado en una organización o red de actores. En el contexto migratorio, significa aprender de experiencias pasadas y actuales, compartir buenas prácticas y asegurar que las lecciones obtenidas se apliquen en futuras respuestas.
Para las organizaciones que trabajan con migrantes, refugiados y desplazados, aplicar lecciones aprendidas de respuestas anteriores es crucial, y una adecuada gestión del conocimiento permite hacerlo de manera efectiva.
Es por ello, que el Programa Regional de Protección y Migración, mediante la creación de bases de datos, plataformas de intercambio y redes colaborativas, mejora cómo gobiernos y organizaciones abordan la migración y protegen los derechos humanos.
Así mismo, este programa optimiza la coordinación interinstitucional al facilitar el intercambio de información crítica, evitando duplicaciones y optimizando recursos.
Y también apoya el desarrollo de políticas basadas en evidencia, fortaleciendo la capacidad de los actores humanitarios para responder a crisis migratorias adaptadas a sus contextos.
Finalmente, contribuye a la protección de los derechos humanos al documentar buenas prácticas y apoyar la creación de políticas públicas.