La Economía Circular, una propuesta para la reactivación económica

Ciudades verdes
Sara Pauli, directora de país de Swisscontact en Bolivia27.05.2021
En América Latina solo un 10% de las 541 000 toneladas/día de residuos sólidos generados se aprovechan, lo que significa que el 90% restante se desecha, creando grandes focos de contaminación. Pero en los últimos años, está surgiendo una tendencia global hacia una Economía Circular al reconocer que el modelo económico de "extraer, producir, desperdiciar" está llegando ya al límite de su capacidad física. La Economía Circular, además de cuidar el medioambiente, abre la posibilidad de los negocios verdes con oportunidades de ingresos para gran cantidad de personas.

Este 17 de mayo se celebró el día Mundial del Reciclaje. Para América Latina, no hay mucho que festejar: según la publicación de ONU Medio Ambiente del 2018, solo un 10% de las 541 000 toneladas/día de residuos sólidos que se generan en esta región se aprovechan, lo que significa que el 90% restante va directamente a disposición final, en muchos casos botaderos a cielo abierto que se convierten en grandes focos de contaminación. Al mismo tiempo se estima que 40 millones de personas en la región carecen de acceso a servicios de recolección de residuos.

Por otro lado, cada vez más países y ciudades están tomando conciencia de la importancia de una adecuada gestión de residuos sólidos y de los beneficios que genera: menor contaminación de aire, agua y suelos, mejora en la salud pública, y generación de empleos verdes e ingresos. Esto obedece a una tendencia global de países que quieren migrar hacia una Economía Circular, al reconocer que el modelo económico de "extraer, producir, desperdiciar" está llegando ya al límite de su capacidad física.

Economía circular: más que reducir-reusar-reciclar

Según la Ellen MacArthur Fundación, la Economía Circular se basa en tres principios: 1.) Eliminar residuos y contaminación desde el diseño, 2.) Mantener productos y materiales en uso el mayor tiempo posible y 3.) Regenerar sistemas naturales.[1] En pocas palabras, desacopla el crecimiento económico del consumo de recursos finitos. Es un concepto que va más allá de una gestión de residuos sólidos, que hasta ahora se ha enfocado principalmente en reducir-reusar-reciclar, ya que plantea un nuevo paradigma desde el diseño y manufactura de un producto hasta la transformación de este, y amplía la cadena de valor de los materiales o productos reciclados una vez entran nuevamente al ciclo productivo.

[1] https://www.ellenmacarthurfoundation.org/es/economia-circular/concepto

Swisscontact trabaja desde hace más de 20 años en la temática de gestión de residuos sólidos y en los últimos años ha integrado el concepto de Economía Circular en sus intervenciones. Se desarrollaron proyectos no solamente en la región de América Latina, sino también en países como Tanzania y Bangladesh. Los diferentes enfoques y temáticas abordadas permitieron generar múltiples impactos, dentro de las cuales destacan:

  • Generación de políticas públicas a nivel nacional y local – por ejemplo, la generación de la primera Ley Nacional de Gestión de Residuos en Bolivia, que se desarrolló junto con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
  • El apoyo a más de 30 municipios, tanto urbanos como rurales, en la mejora de su gestión operativa de residuos sólidos - desde La Paz en Bolivia, hasta Morogoro en Tanzania y Daca en Bangladesh.
  • La generación de empleos e ingresos a nivel de gobiernos locales y emprendimientos y empresas privadas.
  • El diseño e implementación de tecnologías específicas para el reciclaje, tomando en cuenta la característica y cadena de valor que varía según el tipo de residuo.
  • El desarrollo de campañas masivas de sensibilización que permitieron involucrar activamente a la sociedad civil.
  • La inclusión de recolectores informales que forman parte de la cadena de valor de los residuos
  • Mayor cantidad de residuos aprovechados y reducción de gases de efecto invernadero.

Negocios verdes y empleo

Para migrar hacia una Economía Circular no solamente hace falta una política nacional que la impulse y una ciudadanía más consciente, sino que sobre todo se necesitan nuevos modelos de negocio. Ligado a esto, es necesario que los actores, tanto públicos, privados como la academia, aporten servicios de apoyo para que los negocios verdes puedan mejorar la calidad y cantidad de los productos o servicios que ofrecen, ser más eficientes en sus procesos y acceder a nuevos mercados.

Uno de los proyectos que está impulsando esta temática es Mercados para el Reciclaje en Bolivia, que busca fortalecer el ecosistema empresarial para negocios verdes en el país, principalmente de micro, pequeñas y medianas empresas que realizan la valorización de ciertos tipos de residuos, como ser llantas, baterías y chatarra.

Covid-19

La pandemia global que se vive actualmente ha resaltado aún más la importancia de una adecuada gestión de residuos, no solamente como base para tener ciudades limpias y más resilientes, sino como una oportunidad para la reactivación económica. Tendencias como la digitalización y el pago por servicio en vez de un producto, el creciente consumo local y consciente, el cambio hacia cadenas de suministro más cortas y la independencia de bienes de países industrializados, van a impulsar aún más la Economía Circular en la región. Es necesario preparar a gobiernos locales, empresas privadas y la sociedad hacia esta transición.