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En Bolivia, a lo largo del país, jóvenes se están preparando para un futuro donde la oportunidad económica y la responsabilidad ambiental van de la mano.
En el centro de este cambio está el proyecto Innovación técnica para el desarrollo sostenible y la transiciónjusta y verde de la economía (Formación en Competencias Verdes), una iniciativa implementada por Swisscontact con apoyo del Servicio de Liechtenstein para el Desarrollo (LED), que busca fortalecer la educación técnica y desarrollar competencias verdes alineadas con una visión de desarrollo sostenible.
Para muchos jóvenes bolivianos, la educación técnica ofrece más que un título: es un camino hacia la independencia, los ingresos y el impacto. “Bolivia está avanzando hacia una economía más industrializada”, afirma Ingrid Tapia, coordinadora de LED en Bolivia. “La formación técnica les da a los jóvenes las herramientas necesarias para ingresar al mercado laboral, pero también debe evolucionar para incluir las habilidades verdes que demanda el futuro”.
Sin embargo, muchos egresados enfrentan dificultades para encontrar empleo formal. Algunos optan por emprender, no por elección, sino por necesidad. Esto refleja un desafío más profundo: conectar la formación con oportunidades laborales reales. Para Tapia, esto requiere mayor compromiso del sector empresarial: “Hay que valorar los años de formación y la creatividad de estos jóvenes, y construir puentes más sólidos con las empresas”.
A menudo malinterpretadas como tareas simples como plantar árboles o reciclar, las competencias verdes abarcan mucho más. Incluyen áreas como la movilidad eléctrica, la gestión de residuos sólidos y las energías renovables, sectores clave en una economía global en transición. “La visión sobre estas habilidades sigue siendo limitada”, explica Tapia. “Pero son fundamentales para los nuevos empleos que ya se están creando”. Y ahí es donde entra en acción el proyecto conjunto de Swisscontact y LED.
Entre 2024 y 2026, seis Institutos Técnico Tecnológicos (ITT) en La Paz, Potosí y Santa Cruz recibirán apoyo para mejorar su infraestructura, capacitar a sus docentes y fortalecer sus vínculos con empresas verdes. Estos institutos son: Puerto de Mejillones, Ayacucho, Técnico Potosí, Nuevo Amanecer, Tecnológico Santa Cruz e INFOCAL Santa Cruz.
El objetivo es claro pero ambicioso: convertir estos institutos en verdaderos centros de innovación, donde los jóvenes adquieran las habilidades, la confianza y los contactos necesarios para triunfar en una economía verde.
Para Sarah Metais de Swisscontact, los aprendizajes acumulados en los últimos cinco años son la base para lograr un cambio sostenible. “Ya tenemos el impulso necesario para generar transformaciones reales. No se trata solo del contenido técnico, sino de garantizar que los jóvenes tengan acceso a empleos o puedan emprender en sectores vinculados a la transición verde”.
La visión no termina con el egreso. El proyecto también impulsa alianzas entre institutos y empresas, promueve la equidad de género y fomenta la innovación. Esto abre las puertas a oportunidades laborales reales y coloca a los jóvenes como protagonistas de la transición hacia una economía circular, una donde se reduce el desperdicio y se reutilizan los recursos.
“En cinco años”, concluye Metais, “la forma de producir y consumir en Bolivia será muy distinta. Y quienes tengan competencias verdes estarán altamente demandados”.
Swisscontact y LED entienden que la educación por sí sola no basta. Se necesitan alianzas, compromiso y una verdadera confianza en el potencial de la juventud para construir un futuro mejor—para ellos y para el planeta.